Los problemas que se pueden realizar son básicamente producidos por una posible falta de respecto en contra de los derechos naturales de los pobladores. A continuación, se presentarán dos posibles problemas para la realización del proyecto.
En gran medida, las personas que viven bajo extrema pobreza no tienen un lugar, agradable a nuestros ojos, para vivir. Generalmente son considerados personas trabajadoras, las cuales utilizan su tiempo libre para divertirse con los amigos del barrio. Muchas de estas personas que viven en lugares de extrema pobreza tienen sus casas con esteras, sin agua potable ni mucho menos un lugar urbanizado. PECSA, con su proyecto de responsabilidad social y ambiental, busca integrarse con las personas con bajos recursos e iniciar actividades con la finalidad de apoyar a la comunidad. Realiza donaciones, auspicia iniciativas solidarias, impulsa el deporte, participa activamente en la formación del sector, etc[3]. Esta decisión se puede ver muy acertada pero es probable que en algunos grupos, esta decisión afecte al derecho de propiedad y derecho a la libertad de los miembros del asentamiento humano. El problema es que muchas veces no todos los integrantes de la misma comunidad se van a sentir satisfechos con este conjunto de actividades. Pueda que sientan que la empresa va se va a apoderar, de lo que ellos considerar, su territorio con ciertas actividades, despojándolos del lugar que considera su hogar.
El segundo problema, se puede presentar en el caso de que la fundación proponga diversas actividades que puedan dañar la susceptibilidad de las personas y que estas personas piensen que están cambiando su estilo de vida y por ello se ve afectado el derecho de libertad. Esto puede verse evidenciado en el caso de los “pirañitas” los cuales tienen un estilo de vida definido por cometer actos delictivos y en donde ellos asumen que están en toda libertad de hacerlos. Al querer buscar un bienestar para ellos, estas personas pueden mal interpretar el deseo de la fundación como una falta hacia su libertad.
En gran medida, las personas que viven bajo extrema pobreza no tienen un lugar, agradable a nuestros ojos, para vivir. Generalmente son considerados personas trabajadoras, las cuales utilizan su tiempo libre para divertirse con los amigos del barrio. Muchas de estas personas que viven en lugares de extrema pobreza tienen sus casas con esteras, sin agua potable ni mucho menos un lugar urbanizado. PECSA, con su proyecto de responsabilidad social y ambiental, busca integrarse con las personas con bajos recursos e iniciar actividades con la finalidad de apoyar a la comunidad. Realiza donaciones, auspicia iniciativas solidarias, impulsa el deporte, participa activamente en la formación del sector, etc[3]. Esta decisión se puede ver muy acertada pero es probable que en algunos grupos, esta decisión afecte al derecho de propiedad y derecho a la libertad de los miembros del asentamiento humano. El problema es que muchas veces no todos los integrantes de la misma comunidad se van a sentir satisfechos con este conjunto de actividades. Pueda que sientan que la empresa va se va a apoderar, de lo que ellos considerar, su territorio con ciertas actividades, despojándolos del lugar que considera su hogar.
El segundo problema, se puede presentar en el caso de que la fundación proponga diversas actividades que puedan dañar la susceptibilidad de las personas y que estas personas piensen que están cambiando su estilo de vida y por ello se ve afectado el derecho de libertad. Esto puede verse evidenciado en el caso de los “pirañitas” los cuales tienen un estilo de vida definido por cometer actos delictivos y en donde ellos asumen que están en toda libertad de hacerlos. Al querer buscar un bienestar para ellos, estas personas pueden mal interpretar el deseo de la fundación como una falta hacia su libertad.
Publicado por: María del Carmen Aguirre U120069
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